Las actividades de cada día, las idas y vueltas , la cantidad de horas que permanecemos de pie o sentadas y hasta el tipo de calzado que utilizamos pueden provocar que nuestras piernas se sientan doloridas y cansadas. Para contrarrestar esta sensación, nada mejor que darnos un baño reparador y aplicar nuestra crema corporal mediante un masaje relajante que favorezca la circulación sanguínea y mejore la apariencia general de la piel:
Para lograrlo podemos aplicar los siguientes métodos:
Amasado: con ambas manos, tal y como si se tratara de una masa en la cocina. Debemos presionar suavemente en sentido ascendente, desde los tobillos hacia la zona de la ingle para facilitar al retorno de sangre hacia el corazón.
Rodillo: esta técnica consiste en usar el puño de la mano cerrada para ir presionando la piel. Esto es muy útil, por ejemplo, en la zona exterior de las piernas (conocida popularmente como «pantalón de montar»).
Golpeteo: con el canto de las manos, se realizan pequeños golpes de forma consecutiva y rápida. Es muy práctico para la zona de las pantorrillas.
Presión: este método resulta especialmente placentero en la planta de los pies. Consiste en ir presionando poco a poco las plantas con las yemas de los dedos, desde el talón hasta la punta de cada pie.
Siguiendo estos consejos conseguiremos reactivar la circulación sanguínea y linfática, sintiéndonos mucho más relajadas.
