Para prevenir la propagación del COVID-19 (Coronavirus), nos vemos obligadas a pasar mucho más tiempo del acostumbrado dentro de casa. Esto acarrea ventajas y desventajas para nuestra piel. Por un lado, podemos darle un respiro de la polución y el maquillaje. Sin embargo, el tiempo que pasamos frente a computadoras, teléfonos celulares y otras pantallas aumenta considerablemente, lo que expone a la piel a un nuevo peligro: la contaminación digital.
La sobreexposición prolongada a la luz azul que emiten las pantallas de los aparatos electrónicos puede producir síntomas tales como resequedad, tirantez, acné y una apariencia apagada en la tez del rostro.
Por si fuera poco, el estrés y la ansiedad que genera el enclaustramiento pueden producir un exceso de radicales libres que aceleren la pérdida de elasticidad, la aparición de arrugas y líneas de expresión, la flacidez y las manchas.
La mejor manera de contrarrestar estos efectos es estableciendo una rutina de limpieza e hidratación diaria que garantice que la piel reciba los nutrientes que necesita para mantenerse limpia y humectada. El agua micelar puede ayudar a mantener la piel libre de residuos sin resecarla, mientras que las cremas con Ácido Hialurónico son excelentes aliadas para devolverle la hidratación natural.
En cuanto a la protección de las luces LED, existen opciones como las CC Creams, que cuentan con filtros que protegen a la piel de esta clase de contaminación a la vez que la tonifican y le devuelven su luminosidad.