A medida que envejecemos pueden ir apareciendo ciertas marcas en nuestro rostro como consecuencia de una combinación entre la repetición de movimientos, nuestros hábitos de vida y los cuidados que le brindamos a la piel. Por suerte existen formas de prevenir o retrasar su aparición mediante la aplicación de cosméticos antiarrugas que estimulan el desarrollo de colágeno, elastina y ácido hialurónico, 3 componentes esenciales para una piel tersa y lozana.
Podemos clasificar a las arrugas en 2 tipos:
Aquellas que surgen por el paso del tiempo: representan un 20% del total y aparecen como resultado de los cambios de la estructura de la piel y el deterioro de sus componentes esenciales. La única forma de evitarlas sería no realizar expresiones faciales nunca jamás en la vida, ni exponerse a los factores medioambientales (sol, contaminación, viento, etc.), es decir: son parte inevitable de la vida.
Aquellas aceleradas por factores externos: a este grupo pertenecen el 80% de las arrugas. Se trata de una combinación de elementos relacionados con nuestro modo de vida, incluidos:
- La exposición a los rayos UV sin protector solar
- La polución del aire del lugar donde vivimos
- El nivel de estrés y cansancio al que estamos sometidas
- El tipo de alimentación que llevamos
- La falta de hidratación
Estos factores determinan el grado de inflamación crónica a la que nuestra piel se expone cada día, degradando el colágeno y la elastina que la conforman y provocando los signos de envejecimiento (arrugas, manchas, líneas de expresión, etc.). El único modo de prevenirlas es mediante una rutina de belleza que incluya limpieza, hidratación y protección solar. Además, es importante realizar cambios en nuestra dieta, evitar el cigarrillo y disminuir el consumo de alcohol.