La crema antiage es el principal aliado en nuestra rutina diaria para cuidar la piel del rostro. Pero una vez elegida la crema que mejor se adapta a las necesidades de nuestra piel, es importante aplicarla correctamente para sacarle el mayor provecho a sus beneficios. A continuación repasamos, paso a paso, la mejor forma de hacerlo:

Paso 1 – aplicamos una porción del tamaño de un grano de café en las zonas específicas: los pómulos, la frente, la nariz y el mentón.

Paso 2 – usando las yemas de los dedos índice y mayor, extendemos la crema con suaves masajes circulares, siempre en sentido ascendente y desde el centro hacia afuera para ayudar a combatir los efectos de la gravedad.

Paso 3 – cuello: con el cuello bien estirado, aplicamos nuestra crema antiage en sentido descendente. Realizamos movimientos de «alisado» desde el mentón hasta la clavícula. En la zona debajo del cuello (conocida comúnmente como papada), masajeamos suavemente de lado a lado.

Siguiendo estos consejos, conseguiremos que la crema penetre más fácilmente en la piel, conservándola tersa, elástica e hidratada por mucho más tiempo.